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HOSPITAL KIVELÄ

Ahorros significativos año tras año gracias al lavavajillas de cinta transportadora M-iQ

LA M-iQ ES UNA DE LAS MÁQUINAS MÁS INTUITIVAS Y LOS EMPLEADOS HAN APRENDIDO A MANEJARLA MUY RÁPIDO.

La empresa Palmia, con sede en la ciudad de Helsinki, es la responsable de las comidas del hospital Kivelä. En el departamento correspondiente trabajan 21 empleados y sirven unas 1400 raciones en las horas de las comidas.

Minna Väkiparta, directora del área de alimentación, describe así sus experiencias: "Trabajo como directora del área de alimentación desde hace más de 15 años en una cocina grande y precisamente por ello he conocido muchas lavadoras automáticas diferentes. La M-iQ es una de las máquinas más intuitivas y los empleados han aprendido a manejarla muy rápido. El panel de control es fácil de entender y dispone de varias especificaciones para las operaciones de rutina diarias.

Antes de la introducción de la M-iQ había muchas bajas por enfermedad en nuestro departamento, ya que los empleados se hacían daño en las manos con los bordes puntiagudos de las otras máquinas nuevas. Ahora ya es un problema del pasado.

La nueva M-iQ ha influido positivamente en el ambiente de trabajo ya que funciona en silencio y apenas se escapan vapores. A diferencia de lo que ocurría antes, ahora podemos trabajar muy bien sin necesidad de una campana extractora independiente. Después de retirar la campana vieja, el área de trabajo es más espaciosa, además de estar más limpia, puesto que esta acumulaba mucha suciedad.

EL TRABAJO SE HA VUELTO MÁS HIGIÉNICO.

Con la M-iQ nos ahorramos unos 208.780 litros de agua, que se refleja en una suma de aprox. 208 € al año (1 m3 cuesta más o menos 1,00 €). En cuanto a los costes de tratamiento de las aguas residuales (1,50 €/m3) nos ahorramos de nuevo 312 €, de modo que los ahorros anuales ascienden a 520 € en total.

Procesamos unos 80 recipientes al día. Con la M-iQ, ahora podemos limpiar todos estos recipientes en unos 30 minutos. A la hora de enjuagar de la vajilla, también ahorramos tanto en horas de trabajo como en agua. Mientras que antes teníamos que enjuagar a fondo todos los restos de comida de la vajilla, ahora basta con eliminar los restos más bastos. A causa del calor y de la humedad, antes este paso era muy agotador para los empleados. Ahora ya no ocurre lo mismo.

El trabajo se ha vuelto más higiénico. Con la codificación por colores de nuestras nuevas máquinas puedo contar con que todas las piezas correspondientes se monten y se limpien minuciosamente. Por una parte, esto beneficia al lavavajillas, por otra parte obtenemos buenos resultados. También fue muy fácil explicarle la limpieza de la máquina a los empleados. Las superficies del interior de la máquina se mantienen limpias muy fácilmente. Y limpiamos las superficies exteriores con paños de microfibras".