La eficiencia energética es un reto global. Por eso, en el sector de la hostelería y en el sector hotelero los lavavajillas comerciales energéticamente eficientes son el camino a seguir. Este artículo desvela el porqué esto es así y a lo que deben prestar atención los gastrónomos.
Desde 1970 la humanidad consume más materias primas de las que nos puede suministrar nuestro hermoso planeta azul. Por eso continúa disminuyendo la disponibilidad de recursos vitales como el agua, el petróleo, el carbón y el gas natural. Un reto global. La asociación internacional de científicos «Club of Rome» hace hincapié en ello desde hace décadas.
A eso hay que añadirle el cambio climático. Este como mínimo se acelera por el dióxido de carbono, el gas invernadero liberado durante la creación de energía. Este hecho es un consenso mínimo científico. Por eso, lo importante ahora es proteger los recursos y gestionar la economía de una manera (más) responsable desde un punto de vista ecológico. Esto es lo que se le exige sobre todo al sector industrial, como gran consumidor de agua y energía. Pero también los sectores con un gran consumo de estos recursos, tales como el sector hotelero y el de la hostelería, deben mejorar.
En nuestros anteriores artículos sobre este tema se hablaba sobre la manera en la que la gastronomía ahorraba agua y cocinaba de una forma energéticamente eficiente. Ambos aspectos no tan sólo son razonables desde un punto de vista ecológico, sino también ventajosos desde un punto de vista económico. Porque reducen los gastos de explotación. Centrémonos ahora en la tecnología de lavado energéticamente eficiente. Y con ello en los lavavajillas para la gastronomía.
UNA TECNOLOGÍA DE LAVADO MODERNA ES UNA OBLIGACIÓN, TANTO ECOLÓGICA COMO ECONÓMICAMENTE
En la gastronomía, el consumo energético supone una gran parte de los gastos de explotación. El cocinado se encuentra a la cabeza, seguido por la técnica de refrigeración y el lavado de la vajilla. No es una casualidad que los especialistas comprometidos en tecnología de lavado como MEIKO apuesten consecuentemente por la sostenibilidad y la eficiencia. Para proteger el medio ambiente. Y para garantizar la rentabilidad para el cliente, si se tiene en cuenta el constante aumento de los precios del agua y de la electricidad.
Al mismo tiempo, la adquisición de un lavavajillas para la gastronomía siempre es tan sólo el primero de todos los pasos. Aunque los tiempos de lavado extremadamente reducidos ahorran una gran cantidad de energía y frenan los gastos de los electrodomésticos, los gastrónomos deberán tener en cuenta los siguientes consejos para utilizar los lavavajillas comerciales con un alto grado de eficiencia energética.
¡RENUNCIAR AL MODO STANDBY!
Si los lavavajillas para la gastronomía no se encuentran en un funcionamiento continuo, el modo standby no es necesario. Tan sólo consume energía innecesariamente. En el caso de un uso esporádico vale la pena encender el lavavajillas al comenzar el lavado. Y volverlo a apagar una vez finalizado éste. Además, en las pausas se debería mantener cerrado.
¡EVITAR LOS CICLOS DE LAVADO A MEDIA CARGA!
Los lavavajillas medio llenos son unos verdaderos devoradores de energía. Ya que consumen la misma energía que las máquinas llenas. Por eso se deberá esperar a que haya una cantidad suficiente de vajilla por lavar. Así se ahorra más dinero. Pero esto no deberá suponer largos tiempos de espera para los clientes. También se deberá prestar atención a que los restos de comida no se sequen. De lo contrario se necesitarán ciclos de lavado adicionales. Y eso supondrá más costes.
¡REDUCIR LA CARGA DE PICOS DE CONSUMO!
Si muchos de estos aparatos se encuentran en funcionamiento al mismo tiempo, la factura será cara. Ya que el precio de la energía se calcula en base a la carga de picos de consumo. Lo ideal sería que el lavavajillas comercial siempre funcionara sólo cuando todo lo demás estuviera apagado. Algo impensable en la gastronomía. He aquí un truco: si los utensilios de cocina eléctricos se conectan sucesivamente con un retardo de tiempo, los costes se reducirán. Ya que el encendido consume la mayoría de la energía.
LOS LAVAVAJILLAS COMERCIALES DEBEN TENER UN CORAZÓN VERDE
En cada lavavajillas comercial debe latir hoy en día un corazón verde. Por las razones antes mencionadas. Además de todos los consejos y trucos, ahora es más importante que nunca que se hagan avances tecnológicos. Esto es exactamente lo que impulsan los fabricantes líderes.
Un producto estrella es aquí el M-iQ AirConcept de meiko. La innovadora gestión de aire ofrece un máximo nivel de recuperación de calor de aire de salida y ahorra hasta un 21 % de energía. Con gastos de explotación reducidos. La idea es no dejar escapar hacia el exterior el vapor caliente del ciclo de lavado precedente y volverlo a utilizar internamente. La energía existente regresa al circuito del agua y sólo se debe volver a añadir un poco de energía. Un cálculo bastante sencillo. Como además el calor no se escapa en el área de lavado, los empleados no tienen que soportar el calor y la humedad. En resumen: eficiencia energética, más ahorro de costes, más ergonomía.
¿A QUÉ ESPERAR? ¡MATE DOS PÁJAROS DE UN TIRO!
Una tecnología de lavado energéticamente eficiente es rentable para la gastronomía de diversas maneras: satisface la necesidad del cliente de disponer de soluciones limpias, protege los recursos naturales de nuestro planeta y reduce los costes corrientes. No se puede hacer mucho mejor en lo referente a la gestión de vajillas que con los lavavajillas comerciales energéticamente eficientes.
He aquí más información sobre el M-iQ de MEIKO, ejemplar tanto desde un punto de vista ecológico como económico.